En 2021 la isla de La Palma se convirtió tristemente en la isla más conocida a nivel mundial debido a la erupción del volcán Cumbre Vieja.
Aquel día la isla cambió su paisaje. También cambió nuestra percepción de los volcanes. Siguen vivos, moldean nuestro paisaje, y no sabemos cuándo van a activarse.
La Palma, ya conocida por ser la isla canaria de los volcanes, reafirmó su nombre añadiendo un nuevo paisaje a su amplia paleta de ecosistemas, la del terreno conquistado por la lava.
Ahora ya se puede visitar con seguridad esta maravillosa isla, una que la gente suele dejar para el final en su exploración de las Islas Canarias, y que irremediablemente se convierte en una de las favoritas de todos los que la visitan.
Las razones son muchas, y si nos centramos en el aspecto sostenible, también tiene muchos argumentos para conquistar el alma de los viajeros, como verás en este artículo.
1. Parque Nacional de la Caldera de Taburiente
La isla de La Palma es básicamente la Caldera de Taburiente, pues este gigantesco volcán fue el que emergió la isla, creando un paisaje sacado directamente de Parque Jurásico, mejor dicho, de las islas de Hawái inspiración de la película, y es que sus geologías son muy similares.
Altas montañas a pocos kilómetros del mar, grandes caídas en los riscos, una exuberante vegetación que todo lo cubre de un tupido manto verde. Así es La Palma.
Y el mejor lugar para conocerla es visitando este Parque Nacional, una maravilla para el que le gusta la naturaleza, caminar por la montaña y disfrutar de paisajes únicos.
Para ir a lo seguro, estos son los mejores lugares dentro de este Parque Nacional. Si te gusta caminar mucho, la senda del Mirador de los Brecitos hasta el Barranco de las Angustias, aunque exigente, te va a mostrar los lugares más bonitos de la caldera, con incluso un río de alta montaña. Impresionante.
Si lo tuyo son los miradores, el Roque de los Muchachos (sobre todo de noche, para ver las estrellas) y el mirador de la Cumbrecita, son los más espectaculares. Por supuesto hay más, como el Pico de la Nieve y el Pico de la Cruz, muy recomendables para disfrutar de las maravillosas vistas de la isla y de otras cercanas como Tenerife, la Gomera y el Hierro.
2. Ruta de los Volcanes
La Palma es una isla para conocer caminando. Esta es la mejor forma para empaparte de los paisajes, apreciar cómo va evolucionando el entorno, y mimetizarte con una naturaleza tan salvaje y tan agreste.
De todos los senderos de la isla, la conocida como Ruta de los Volcanes, con 22 kilómetros de recorrido, es un intenso viaje a través de la historia de los volcanes, desde algunos recientes como el ya mencionado de Cumbre Vieja, hasta otros fenómenos geológicos como los llanos de picón y las fallas. Por supuesto, todo ello aderezado de pino canario e impresionantes vistas a ambos lados de la isla.
Lo único con lo que tienes que tener cuidado en esta ruta es con el clima, ya que se suelen formar nubes y haber niebla en esta zona, así que planea la ruta con la posibilidad de cambiarla de día, porque igual el clima no acompaña cuando la quieres realizar.
Con tiempo despejado el paisaje es único.
3. Platanológico
Las Islas Canarias son famosas por el cultivo del apreciado plátano canario, siendo La Palma el mayor productor de esta rica fruta.
La mayoría del plátano es producido en monocultivo, suponiendo un gran impacto para el entorno y para los recursos hídricos, por eso, descubrir que se pueden cultivar plátanos de la máxima calidad de una forma totalmente sostenible es un gran motivo de optimismo.
Esto es lo que descubres al visitar Platanológico, un bosque en el que crecen plátanos sin necesidad de añadir elementos químicos a la producción. Bosque en el propio sentido de la palabra, pues en esta plantación, para evitar que un parásito destruya la producción, el dueño de la finca investiga qué planta hay que incluir para atraer al depredador natural de ese parásito, y así ha creado un auténtico bosque que evoluciona por sí solo sin necesidad de ayudas externas en formas de herbicida, pesticida o exceso de consumo de agua. Un gran ejemplo de permacultura.
Una de las visitas más interesantes en La Palma.
4. Cascada de los Tilos
La Palma es la única isla de Canarias con ríos permanentes durante todo el año, e incluso hasta tiene cascadas, como ésta que puedes visitar adentrándote en la vegetación milenaria de la isla.
Sí, vegetación milenaria, pues aquí encontrarás helechos machos que son de la época de los dinosaurios, aumentando esa sensación de Parque Jurásico, y es que realmente estas plantas son de esa época.
El mejor lugar para vivir este viaje en el tiempo es el Barranco del Agua, adentrándote en las profundidades por el camino que llega hasta la Cascada de los Tilos, uno de los lugares más fotogénicos de la isla por la gran cascada de agua, y de más fácil acceso. Las fotografías aquí salen fantásticas.
5. Piscinas naturales como el Charco Azul
Todas las playas de la Palma son de arena negra, testigo de su origen volcánico y, como es una isla en mitad del océano atlántico, la mar es bastante brava.
Aun así, no hay de que preocuparse, pues ante grandes remedios, grandes soluciones. Y es que en las islas Canarias son muy típicas las piscinas naturales creadas por la geología volcánica.
Algunas de estas piscinas siguen siendo totalmente naturales, y otras han sufrido alguna adaptación para facilitar su acceso y disfrute, al incluir una zona para tumbarse, escaleras, duchas y otros elementos de seguridad.
Las más grandes y bonitas son las de Charco Azul, pues hay varias piscinas en la misma zona para disfrutar tanto de un baño plácido como de la pequeña agitación del oleaje.
Otras piscinas naturales recomendables son las piscinas de la Fajana, menos concurridas.
6. Centro de interpretación Caños de Fuego
Ver las coladas de lava desde fuera es alucinante, pero ¿meterte dentro de una de ellas? Esto es lo que puedes hacer en Caños de Fuego, un centro de interpretación totalmente rodeado por la colada de lava de la erupción del Cumbre Vieja.
En el Centro de interpretación Caños de Fuego te explican de forma visual la evolución de los volcanes a través de vídeos y paneles informativos, aunque hay dos cosas más impresionantes.
Una es adentrarte en el interior del cono volcánico, en el que puedes vivir la sensación de estar totalmente rodeado por lava volcánica solidificada. Es como estar en una cueva, pero aún más oscuro.
Y la otra experiencia es caminar por la pasarela que han construido hasta la cueva de las Palomas, el mejor mirador que hay sobre la colada de lava, y que te sobrecoge ante este nuevo paisaje.
7. Salinas de Fuencaliente
El último lugar de esta lista se encuentra al sur, justo donde termina la isla. Se trata de las Salinas de Fuencaliente, sitio en el que se extrae la sal de la mar de la forma más sencilla y sostenible posible: evaporando el agua y recogiendo la sal resultante.
Creadas en 1967, estas salinas siguen en funcionamiento hoy en día, y son un lugar en el que puedes conocer el ancestral método para obtener uno de los elementos más valiosos de la antigüedad.
Además de las salinas, tampoco te puedes perder visitar el faro de Fuencaliente, sobre todo al atardecer, donde el sol regala un espectáculo de luz y color que te maravillará junto con la belleza que tiene La Palma.
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