Más allá de las playas de arena dorada y los paisajes volcánicos, la isla de Lanzarote es conocida por albergar verdaderos santuarios naturales repletos de una biodiversidad única.
Estas áreas son auténticos tesoros naturales que desempeñan un papel fundamental en la conservación de la flora y fauna endémicas de la isla, así que hoy te invitamos a unirte a este viaje hasta el Archipiélago Canario para descubrir alguna de las maravillas que aguardan en Lanzarote, un destino inmejorable para los amantes de la naturaleza y la aventura.
¡Empezamos!
1. Parque Nacional de Timanfaya
Seguro que has oído hablar del Parque Nacional de Timanfaya, pues es uno de los tesoros naturales más emblemáticos de Lanzarote. Conocido por su paisaje volcánico surrealista y sus impresionantes montañas de fuego, el parque es un testimonio vivo de la actividad volcánica pasada y presenta una gran diversidad geológica.
El acceso al parque está restringido para proteger su frágil ecosistema, pero los visitantes pueden disfrutar de recorridos en autobús y caminatas guiadas para admirar la belleza de este lugar tan único.
2. Parque Natural de los Volcanes
Adyacente al Parque Nacional de Timanfaya se encuentra el Parque Natural de los Volcanes. Este extenso espacio protegido abarca una gran parte del suroeste de la isla, entre los municipios de Tinajo, Tías y Yaiza.
Está compuesto por una serie de campos de lava, así como conos y tubos volcánicos que recuerdan a la superficie lunar, y aunque cuenta con una vegetación escasa, el parque es hogar de flora adaptada a las condiciones extremas del suelo, como los líquenes o la retama.
Si quieres visitar este espacio, es posible realizar excursiones a pie y en bicicleta para explorar su increíble paisaje.
3. Reserva Natural Integral de los Islotes del Norte
Las aguas que rodean Lanzarote también albergan algunos tesoros escondidos. La Reserva Natural Integral de los Islotes está ubicada al norte de la isla lanzaroteña, integrada por el islote de Montaña Clara, y los roques del Oeste y del Este.
Se considera uno de los enclaves más importantes para la nidificación y reproducción de aves marinas en el Atlántico oriental, además de tener yacimientos paleontológicos de gran interés científico.
Dada la fragilidad de este espacio y de sus numerosos valores no está permitida la presencia humana en ninguno de los Islotes, como tampoco la actividad subacuática en sus aguas.
4. Los Ajaches
Si quieres ver con tus propios ojos los orígenes de Lanzarote, puedes ir al sur, donde se encuentra una gran formación volcánica que supone la zona más antigua de la isla. Podrás descubrir cuevas, grabados, y una gran diversidad de especies vegetales, muchas de ellas endémicas de Canarias, como la tabaiba.
Además, si eres amante del trekking, no puedes perderte esta visita. Con un recorrido de 6km, tendrás un sendero que inicia en el pueblo de Femés y termina en el núcleo litoral de Playa Blanca.
5. Jameos del agua
¿La fotografía de arriba te resulta familiar?
Una de las joyas más conocidas de Lanzarote se encuentra en los Jameos del Agua. Un sitio único de formación volcánica subterránea creada por la erupción del Volcán de la Corona.
Los Jameos son cuevas naturales que se han transformado en un espacio cultural diseñado por el famoso artista César Manrique, y albergan una especie de cangrejo ciego endémico de Lanzarote, conocido como “jameito”. Esta es una de las pocas especies de cangrejo adaptados a la vida en cuevas.