Llegan tus vacaciones y (¡por fin!) vas a poder disfrutar de tu cala favorita. Mientras te diriges rumbo a un día de playa memorable, no puedes parar de pensar en el sonido de las olas, los rayos de sol en la piel, peces nadando a tu alrededor en el agua…. qué ganas de verano, ¿no?
Pero, ¡sorpresa!: llegas a la playa y ves que cumplir tu sueño va a ser imposible. No cabe ni un alfiler en la arena, no hay un centímetro libre en toda la playa.
Esta “inundación” de turistas en destinos populares del mundo da nombre a un problema que no hace más que aumentar: el overtourism. Este fenómeno representa, cada vez más, una realidad a la que los habitantes de dichos destinos se enfrentan: su entorno invadido por visitantes. Y de una manera muy poco sostenible para el lugar.
Una masificación poco agradable
¿Qué hace que estos destinos se encuentren sobrepasados de visitantes ahora? La explicación es simple: cada vez son más las personas que pertenecen a la clase media en los países en desarrollo. Y el dinero ganado, se invierte en viajes. Si antes las vacaciones eran consideradas un lujo para privilegiados, ahora son un bien de consumo habitual.
¿Qué factores generan esta situación?
- Las temporadas altas: por esta razón, lugares muy concurridos en determinadas épocas, como los destinos de sol y playa en verano, sufren de overtourism. Y por ello, pretender que tu playa favorita esté vacía en agosto es lo más parecido a una misión imposible.
- El acceso a viajes cada vez más baratos: al enriquecimiento de la población se suma a los viajes con precios muy bajos. Las aerolíneas lowcost, alquileres para turistas, cruceros baratos que sobrecargan los puertos…
- Los viajes internacionales que son cada vez más frecuentes: ahora visitar un destino en la otra punta del planeta es de todo, menos extraño.
- Los destinos que más colapso sufren suelen tener pocas regulaciones en los lugares de hospedaje para turistas. En muchos casos, ninguna. Esta situación se suma a que en muchos lugares turísticos los alquileres para residentes no tienen precios estables. Ofrecerlos como estancia para las vacaciones es mucho más rentable.
No debemos olvidar un detalle muy importante: el overtourism no significa simplemente que haya muchos turistas en un lugar. Implica que no se ha sabido gestionar desde el lugar de destino el incremento de población que se iba a producir. Sin embargo, se puede llegar a encontrar el equilibrio y solucionar esta situación.
¿Cómo gestionar este fenómeno?
Volviendo a los objetivos de la actividad turística, a sus inicios reales: la mejora de las comunidades. Tanto para los que ya viven en ellas como para los que las visitan.
Sin embargo, eso no quiere decir que como turistas no tengamos responsabilidades. Aprender a pensar en cómo, cuándo, dónde y de qué manera viajamos y cuidar el entorno que visitamos es una tarea individual.
Si bien se necesita un cambio en la industria turística y en los propios gobiernos de los destinos para regular de manera correcta la afluencia de visitantes, la colaboración e interés de los turistas es esencial. Solo de esta manera se podrán conseguir comunidades turísticas sostenibles. Quizás de esta manera podamos disfrutar durante muchos años más de nuestros lugares de vacaciones favoritos.