¿Te acuerdas cuando lo “eco” era más bien cosa del amigo hippie del grupo? Hoy en día, la moda verde está tan presente en nuestro día a día que ya no resulta raro que todo tenga la etiqueta “natural”, “bio” o “green”. Y las empresas saben muy bien que deben sumarse a esta tendencia.
Por ello, seguro que has visto más de algún envase marrón con la palabra “bio” bien visible, o el famoso “reciclable” que ahora encontramos por todas partes. Pero ¿es oro todo lo que reluce?
Greenwashing: una práctica poco sostenible
Si aún no has escuchado hablar del greenwashing, hoy te lo explicamos: se trata de una técnica de marketing que utilizan las marcas al hacer publicidad, básicamente para vender que son mucho más sostenibles de lo que realmente son.
Y como cada vez son más las empresas que engañan a sus clientes con mensajes de este estilo, los consumidores ya no saben identificar qué es sostenible de lo que no lo es. Pero, por supuesto, hay marcas que SÍ están trabajando por la sostenibilidad de sus productos. ¿Cómo diferenciarlas?
La clave: aprende a reconocerlo
Entonces ¿cómo identificamos el greenwashing?
- Atento a los colores “naturales”: que un envase sea marrón o verde no significa que sea reciclable o biodegradable.
- Lee las etiquetas: busca los porcentajes de ingredientes ecológicos o la procedencia de los materiales con los que se ha fabricado el producto. La información debería ser clara y visible, no estar escondida con letras minúsculas y poco legibles.
- Contrasta datos: comprueba si lo que te prometen es verdad o si, por el contrario, la información no es muy fiable. En Internet seguro que encuentras noticias u opiniones de clientes que te saquen de dudas.
- Las marcas que son sostenibles te lo cuentan: si buscan un cambio real, seguro que les hace ilusión compartirlo. Si están trabajando duro para mejorar, querrán que sus clientes sean los primeros en saberlo.
- Algunos materiales pueden parecer más ecológicos de lo que son: la mejor opción puede no ser esa camiseta fabricada con plástico reciclado, ya que seguirá desprendiendo microplásticos al lavarla y contaminando el agua. Busca siempre materiales naturales como, por ejemplo, el algodón de producción orgánica.
- Echa un vistazo a sus redes sociales: si una marca es coherente, la imagen que proyectan les acompañará.
- Comprueba si tienen alguna certificación: un producto 100% natural normalmente irá acompañado de una certificación de referencia. Como el sello Biosphere, que certifica las buenas prácticas de las empresas y comunica sus acciones de forma transparente.
La sostenibilidad toma cada vez más protagonismo en nuestras vidas, y saber identificar el ecopostureo de las empresas nos otorga poder como consumidores conscientes. De esta manera, nos aseguramos de tomar mejores decisiones para nuestro entorno, a la vez que fomentamos y apoyamos a las organizaciones que practican la coherencia y transparencia entre sus acciones.
¿La clave? Conseguir, entre todos, que la sostenibilidad no sea una tendencia más que quede en el olvido, sino un valor integrado en la sociedad y los eslabones que forman parte del sistema. ¿Lo conseguiremos?