Otra mirada a Puerto Iguazú… un destino más allá de sus cataratas

Otra mirada a Puerto Iguazú… un destino más allá de sus cataratas

Más allá de las Cataratas del Iguazú, Puerto Iguazú ofrece experiencias auténticas y comprometidas con el turismo responsable. Desde refugios de fauna hasta arquitectura reciclada, desde rutas ancestrales guiadas por pueblos indígenas hasta navegaciones silenciosas por la selva, este destino revela su verdadera esencia a través de propuestas alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Descubre cómo explorar Iguazú desde una mirada transformadora y sostenible para redescubrir uno de los destinos naturales más icónicos de Argentina.

Puerto Iguazú, un destino con mucho más por descubrir y experiencias sostenibles que te sorprenderán.

Puerto Iguazú, en el extremo noreste de Argentina, es mundialmente reconocido por ser la puerta de entrada a una de las Siete Maravillas Naturales del mundo, las Cataratas del Iguazú. Sin embargo, limitar la experiencia del viajero únicamente a este espectáculo natural es pasar por alto gran parte del alma de la región.

Más allá del estruendo de las aguas y del protagonismo de los circuitos turísticos convencionales, este destino esconde propuestas sostenibles, vivencias culturales únicas y rincones profundamente conectados con la biodiversidad y la identidad local. En este artículo, proponemos una mirada distinta, auténtica y transformadora sobre qué hacer en Puerto Iguazú más allá de las cataratas.

Puerto Iguazú ofrece una variedad de actividades respetuosas con el medioambiente y con las comunidades locales. La ciudad, ubicada en el nordeste argentino, ha comenzado a adaptar espacios tradicionales y a desarrollar nuevas iniciativas alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.

Estas experiencias sostenibles invitan a redescubrir el entorno natural desde una perspectiva responsable y enriquecedora.

El Hito de las Tres Fronteras.

Más que una postal, el Hito de las Tres Fronteras es un punto de encuentro entre historias compartidas, lenguas vivas y culturas conectadas. Aquí confluyen el río Paraná y el Iguazú, marcando la intersección de tres países que comparten raíces guaraníes y desafíos comunes en conservación y desarrollo sostenible.

Este emblemático lugar ha sido renovado con una visión sostenible que incorpora iluminación eficiente, señalización interpretativa y espectáculos de luz de bajo impacto ambiental. Además, el mirador ofrece una experiencia educativa sobre la geopolítica regional y la importancia ecológica de los cursos fluviales.

Apoyar la economía local forma parte del compromiso: consumir productos artesanales, degustar la gastronomía regional y valorar la multiculturalidad son formas de vivir el turismo responsable en la triple frontera.

La Casa de Botellas.

La Casa de Botellas, ubicada en la ciudad de Puerto Iguazú dentro de la provincia de Misiones, es mucho más que una curiosidad arquitectónica. Es un proyecto familiar convertido en símbolo de conciencia ambiental. Construida con botellas de plástico, envases Tetra Pak y latas de aluminio, esta vivienda es un ejemplo tangible de cómo el reciclaje puede convertirse en una solución habitacional innovadora y sostenible.

Las visitas guiadas, conducidas por sus propios creadores, permiten conocer en profundidad el proceso constructivo y la filosofía que lo inspira. Además, el espacio incluye una tienda de productos elaborados por emprendedores locales, promoviendo el comercio justo y la economía circular.

Una parada imprescindible para quienes creen en el diseño con impacto social positivo y el turismo con propósito.

Refugio Güiráoga.

A diferencia de los zoológicos tradicionales, el Refugio de Animales Silvestres Güiráoga trabaja en la rehabilitación de fauna rescatada del tráfico ilegal o de situaciones de vulnerabilidad. No se trata de un espectáculo, sino de un espacio para comprender, respetar y actuar por la conservación.

El recorrido, guiado por profesionales, permite conocer de cerca especies emblemáticas de la selva misionera como monos, tucanes o coatíes, junto con sus historias de rescate. Las instalaciones están diseñadas bajo criterios bioclimáticos y el acceso se realiza mediante vehículos eléctricos, minimizando la huella ambiental.

Una propuesta de turismo ético con animales que invita a reflexionar sobre la relación entre humanos y biodiversidad.

Caminatas etnobotánicas por el monte misionero.

El monte nativo que rodea Puerto Iguazú forma parte del Bosque Atlántico del Alto Paraná, uno de los ecosistemas más amenazados del continente. Algunas comunidades indígenas guaraníes ofrecen caminatas interpretativas que combinan botánica, espiritualidad y tradición oral.

Durante estas experiencias, es posible conocer el uso medicinal de plantas, aprender sobre técnicas agrícolas regenerativas y participar en pequeños rituales que invitan a una conexión más profunda con la tierra.

Este modelo de turismo comunitario no solo permite preservar el conocimiento ancestral, sino que refuerza la autonomía económica y cultural de las comunidades originarias. Una experiencia inmersiva que transforma tanto al viajero como al territorio.

Navegación silenciosa por los ríos secundarios.

Más allá del ruido de las lanchas turísticas, existe una forma más respetuosa y sensorial de explorar los cursos de agua del Iguazú. La navegación en kayaks o balsas ecológicas permite recorrer arroyos secundarios rodeados de selva en estado puro, donde los sonidos de la naturaleza son los verdaderos protagonistas.

Estas travesías en grupos reducidos fomentan el avistamiento ético de fauna silvestre y reducen significativamente el impacto sobre el ecosistema fluvial. El silencio como lenguaje de conexión y el ritmo pausado como método de descubrimiento.

Una experiencia ideal para quienes buscan ecoturismo de baja intensidad y contacto directo con la biodiversidad.

Viajar a Iguazú con otros ojos, una oportunidad para elegir diferente.

Puerto Iguazú es mucho más que un destino de paso hacia las cataratas. Es un territorio que se reinventa desde la creatividad, la comunidad y el respeto por el entorno. Las experiencias sostenibles que aquí se desarrollan reflejan un nuevo modelo turístico basado en la ética, la autenticidad y la participación activa.

Conocer estos proyectos, apoyar su crecimiento y compartir sus valores es una forma de ejercer un turismo transformador. Porque el verdadero viaje no es solo aquel que nos lleva a lugares extraordinarios, sino el que nos invita a cambiar la mirada.

Cada una de estas experiencias sostenibles en Puerto Iguazú está alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. Ya sea promoviendo el consumo responsable (ODS 12), la igualdad de género en comunidades indígenas (ODS 5), la conservación de la biodiversidad (ODS 15), o la educación ambiental (ODS 4), este destino demuestra que es posible viajar cuidando el planeta y fortaleciendo el tejido social.

Elegir un modelo de turismo responsable es una manera de contribuir al desarrollo local, proteger el patrimonio natural y cultural, y asegurar que las futuras generaciones también puedan disfrutar de un mundo más justo, diverso y resiliente.

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