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El Compromiso de Sevilla, una nueva hoja de ruta para financiar el desarrollo sostenible

El Compromiso de Sevilla, una nueva hoja de ruta para financiar el desarrollo sostenible

En un contexto internacional marcado por la urgencia climática y la desigualdad económica, el Compromiso de Sevilla establece una nueva hoja de ruta para la financiación sostenible a escala global. Este pacto internacional plantea reformas clave en la arquitectura financiera, aborda la crisis de deuda y moviliza inversiones hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible, invitando a gobiernos, empresas y destinos turísticos a actuar con responsabilidad y visión transformadora.

Del 30 de junio al 3 de julio de 2025, la ciudad de Sevilla ha sido sede de la IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, convirtiéndose en el escenario de un nuevo pacto global con una ambición compartida transformar el modelo financiero internacional y avanzar hacia un futuro más justo, inclusivo y sostenible.

El resultado central de la conferencia fue la adopción por consenso del Compromiso de Sevilla, un documento de 38 páginas que define la nueva hoja de ruta para la financiación del desarrollo sostenible. En él se abordan tres desafíos fundamentales que frenan el cumplimiento de la Agenda 2030 la brecha de financiación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, la crisis mundial de deuda y las desigualdades estructurales del sistema financiero global. Estos son los ejes clave de un acuerdo que busca cambiar el rumbo.

Los cimientos de una nueva arquitectura financiera para los ODS.

La Agenda 2030 de la ONU “está en peligro”, advirtió António Guterres, Secretario General de las las Naciones Unidas. A mitad de camino hacia su cumplimiento, dos tercios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible presentan un preocupante retraso, y el avance del desarrollo sostenible a escala global se encuentra prácticamente estancado.

Las consecuencias humanas de este retroceso ya son visibles. “Familias que pasan hambre, niños sin vacunar, niñas que abandonan la escuela”, enumeró Guterres, poniendo rostro a una crisis que afecta a millones de personas en todo el mundo.

A este escenario se suma un contexto global cada vez más inestable, marcado por conflictos persistentes, el avance acelerado de la crisis climática, “un planeta en llamas”, en palabras del propio Guterres, y una creciente pérdida de confianza en el multilateralismo.

Desde la apertura de la conferencia, el mensaje fue claro y directo. En su discurso inaugural, Guterres afirmó que “esta conferencia no trata de caridad, trata de restablecer la justicia y de garantizar que todos puedan vivir con dignidad”. Con estas palabras, instó a los líderes mundiales a entender que Sevilla 2025 no es solo una cuestión de financiación, sino una oportunidad para invertir colectivamente en el futuro que queremos construir.

A lo largo de la cumbre, quedó claro que financiar el desarrollo sostenible no puede considerarse un gesto voluntarista, sino una decisión estratégica, justa y urgente para asegurar un futuro más próspero, equitativo y resiliente para todos los países.

Frente a este panorama fragmentado, la conferencia de Sevilla se propuso demostrar que la cooperación internacional no solo es posible, sino esencial para revertir las tendencias actuales y poner a las personas en el centro de la acción global.

Por ese motivo, el Compromiso de Sevilla parte de una afirmación contundente sin recursos suficientes, no se podrán alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Por ello, los líderes firmantes se comprometen a reorientar la financiación global hacia sectores estratégicos como la educación, la salud, la protección social, las energías renovables y las infraestructuras resilientes.

Entre las medidas acordadas destaca el compromiso de triplicar la capacidad de préstamo de los bancos multilaterales de desarrollo, como el Banco Mundial, y duplicar la ayuda oficial al desarrollo en los próximos años. El documento también enfatiza la necesidad de reforzar los sistemas fiscales nacionales, combatir la evasión fiscal y movilizar inversión privada mediante alianzas público-privadas orientadas al impacto social y ambiental.

En palabras de Ursula von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea, “se trata de generar nuevas formas de movilizar mucha más financiación para cerrar la brecha billonaria de inversión en los ODS. La prioridad es clara garantizar que los fondos lleguen donde más se necesitan y generen verdadero progreso”.

Alivio y reestructuración de la deuda global.

Uno de los puntos más urgentes del Compromiso de Sevilla es la respuesta a la crisis de deuda que ahoga a más de 60 países, muchos de los cuales dedican más recursos al pago de intereses que a la inversión en servicios públicos esenciales.

El acuerdo propone medidas concretas como la creación de un registro global de deuda, mayor transparencia en las condiciones crediticias y mecanismos eficaces para reestructurar deuda soberana de manera justa y oportuna. También contempla suspensiones temporales del servicio de la deuda en contextos de emergencia, como desastres naturales o pandemias, y fomenta los canjes de deuda por desarrollo, permitiendo que los países transformen sus obligaciones financieras en inversiones locales sostenibles.

Estas reformas buscan liberar espacio fiscal para que los Estados puedan invertir en su población y proteger sus ecosistemas, avanzando hacia un modelo de desarrollo justo, resiliente y centrado en las personas.

Reforma de la arquitectura financiera internacional.

El tercer pilar del Compromiso de Sevilla plantea un cambio estructural en las reglas del sistema financiero global, reclamando mayor equidad y participación de los países en desarrollo en los órganos de decisión internacionales.

Entre las principales medidas se encuentra el apoyo a la creación de un foro de prestatarios, que permita a los países deudores intercambiar aprendizajes y actuar de forma coordinada en negociaciones con acreedores. También se promueve un sistema fiscal internacional más justo, con la implementación de impuestos globales sobre las grandes multinacionales y nuevas fórmulas impositivas que puedan alimentar fondos para el desarrollo como tasas a billetes en clase ejecutiva o a vuelos privados de alto impacto ambiental.

Todas estas propuestas apuntan a un marco financiero global renovado, que cierre las brechas estructurales y siente las bases de una economía más inclusiva, transparente y justa.

La Plataforma de Acción de Sevilla: del compromiso a los hechos.

Uno de los grandes avances de la cumbre fue el lanzamiento de la Plataforma de Acción de Sevilla, un mecanismo abierto para transformar los acuerdos en proyectos reales sobre el terreno. Esta plataforma invita a gobiernos, empresas, ciudades, instituciones financieras y sociedad civil a presentar iniciativas voluntarias alineadas con los ODS, con acciones específicas, medibles y con financiación clara.

En Sevilla se recibieron más de 130 iniciativas globales, entre ellas programas de canje de deuda por acción climática, fondos para infraestructuras sostenibles en países vulnerables o impuestos internacionales sobre actividades contaminantes. Todas las propuestas serán publicadas y monitoreadas en el marco de foros internacionales como el Foro FFD del ECOSOC de Naciones Unidas.

Esta plataforma representa una oportunidad para que múltiples actores contribuyan, de forma concreta y transparente, a la financiación del desarrollo sostenible.

Hacia un futuro sostenible el papel del sector privado y el turismo responsable.

El Compromiso de Sevilla lanza un mensaje claro la sostenibilidad global requiere del compromiso activo del sector privado. En paralelo a la conferencia, se celebró un Foro Empresarial Internacional (FFD) donde líderes corporativos discutieron cómo alinear sus inversiones con los ODS. Se destacó el programa europeo Global Gateway, que promueve inversiones privadas con impacto transformador en conectividad, energía limpia y desarrollo local.

Dentro de este marco, el turismo sostenible se reconoce como un sector clave capaz de movilizar recursos, generar empleo y preservar entornos naturales y culturales. La Plataforma de Acción permite a empresas y destinos turísticos presentar planes concretos de descarbonización, gestión circular y desarrollo inclusivo, accediendo a recursos técnicos y visibilidad internacional.

Las empresas sostenibles y destinos responsables encuentran hoy en Sevilla una hoja de ruta, un espacio de colaboración y una fuente de oportunidades para impulsar su propósito con impacto real.

ODS y sostenibilidad en el corazón del Compromiso de Sevilla.

El acuerdo adoptado en Sevilla responde de manera directa a múltiples Objetivos de Desarrollo Sostenible, como el ODS 1 (Fin de la pobreza), ODS 3 (Salud y bienestar), ODS 4 (Educación de calidad), ODS 8 (Trabajo decente), ODS 13 (Acción por el clima), ODS 16 (Instituciones sólidas) y ODS 17 (Alianzas para lograr los objetivos).

La movilización de recursos, la equidad financiera, la innovación empresarial y la creación de nuevas alianzas no solo son estrategias eficaces, sino también herramientas esenciales para alcanzar un mundo más justo, resiliente y habitable.

Construir con justicia, colaboración y propósito.

Por todo ello, desde Biosphere invitamos a todas las entidades comprometidas con el desarrollo sostenible a sumarse al impulso global que representa el Compromiso de Sevilla. Ya sea una empresa turística, una administración pública, una universidad, una ONG o un destino, su aportación puede ser parte activa de la transformación.

El desafío es inmenso, pero también lo es la oportunidad. Contamos con un marco internacional sólido, con herramientas innovadoras y con el respaldo de una comunidad global que entiende que el desarrollo no puede avanzar sin equidad, sin participación ni sin visión de futuro.

Es el momento de actuar con decisión. De presentar iniciativas alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que sean medibles, replicables, con impacto positivo real en las personas y en el entorno. Desde la inversión en educación, salud o energías limpias, hasta la descarbonización del turismo, la protección de la biodiversidad o la inclusión social en destinos.

Porque construir el futuro que queremos no será tarea de unos pocos. Será el resultado del compromiso colectivo de todos los que decidan aportar soluciones con valor, visión y responsabilidad. Ser protagonistas de esta tarea, no es solo posible, es necesario.

Sumarse al Compromiso de Sevilla es contribuir a construir un nuevo modelo de desarrollo. Uno que se fundamenta en la cooperación, en la justicia financiera, en la innovación al servicio del bien común, y en la voluntad real de dejar una huella positiva.

Tenemos que actuar hoy. Con justicia, con colaboración, y con propósito.

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